domingo, 19 de diciembre de 2010

Ángel Cappa - Un técnico distinto



Ángel Cappa ha nacido el 6 de septiembre de 1946 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.

Como jugador de fútbol se desempeñó en Villa Mitre, Olimpo y la selecciòn de Bahía Blanca.

Se recibe de director técnico en España, donde entrena un seleccionado juvenil de la Federación Castellana.

En 1981 se vincula al ex entrenador de la Selección de Argentina, César Luis Menotti, para colaborar en dicho seleccionado.

En 1985, escontratado por el Club Atlético Banfield, en donde arma un muy buen equipo, que sería la base del octogonal ganado por el "taladro" en 1987.
En 1987 es contratado por el Club Atlético Huracán, pero sólo duraría un año en el cargo, ya que en la Temporada 1988/1989 vuelve a Banfield en la segunda ronda del torneo, donde, teniendo en cuenta que en la primera ronda el equipo logró un 20 % de los puntos, no alcanzó el 50 % de los puntos obtenidos para mantenerse en primera división.
En 1991 se une una vez más a César Luis Menotti para dirigir al Club Atlético Peñarol de Uruguay, donde no logran conseguir los objetivos propuestos.

En 1993 continúa junto a César Luis Menotti y emprenden viaje a la República Argentina, donde dirigen a Boca Juniors, club donde logran el subcampeonato en la Copa Libertadores de América 1993.

En 1994 se une a Jorge Valdano para dirigir al Tenerife de España.

En 1995 va junto a Valdano al Real Madrid, donde logran una Liga Española.

Luego del campeonato obtenido junto a Valdano en el Real Madrid, se independiza y es contratado por Las Palmas, de la segunda división de España.

En 1998 es contratado por el Club Atlético Racing Club de Avellaneda, donde dirigió 38 partidos, de los cuales ganó 14, empató 11 y perdió 13. En Racing cumplió una brillante temporada, siempre priorizando el buen juego por sobre el resultado, y promovió juveniles como Albano Bizzarri, Maximiliano Estevez y Adrián Bastia.

En 1999 saca boletos para viajar a México, a firmar contrato con el Atlas.

En 2002 Cappa dirigió al Universitario de Perú, consiguiendo el campeonato contra todos los pronósticos. El equipo estaba desmotivado por la falta de pago, a los jugadores les debían ya cuatro meses, existían muchos problemas en el club, y todos estaban a punto de tirar la toalla. El equipo entero tuvo que hacer una elección: decidió ponerse la camiseta y entregar todo en la cancha por la hinchada.

"A mí me quedó una profunda satisfacción, muy parecida a la felicidad, por haber participado en esta historia tan complicada, tan edificante y hermosa que me animo a juzgar fantástica. Fuimos campeones contra todo y contra todos", dijo Ángel Cappa tras el titulo.

A mediados de 2003, y tras la renuncia de Osvaldo Ardiles de la conducción técnica de Racing Club, es contratado por el club de Avellaneda. Pero esta vez determinadas circunstancias hicieron que Cappa se vaya antes de lo previsto. 17 partidos jugados, 4 ganados, 10 empatados y 3 perdidos, son los números de Ángel Cappa en su segunda etapa en Racing.

En diciembre de 2004 es contratado por el exótico Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, recomendado por el argentino Oscar Fullone, en donde logró ganar la copa Charity

Cappa en palabras

"No creo que se marque una diferencia sustancial por la contratación de uno o dos jugadores. La diferencia no la dan los nombres, sino el funcionamiento del equipo."

MONDAY, DECEMBER 11, 2006

El mejor del siglo

Se dice y con razón que las cuatro coronas del fútbol mundial pertenecen a Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, y al mismo tiempo se comete una injusticia con muchos otros jugadores geniales que tienen el mismo derecho a ocupar un trono: Moreno, Bobby Charlton, Pedernera, Puskas, Gento, Luis Suárez, Sívori, Del Sol, Gerson, Rivelinho, Garrincha, Schaffino, Beckenbauer, Schuster, Houseman... Toda elección a este nivel es inevitablemente caprichosa, porque finalmente se trata de una cuestión de gustos.

Una vez le escuché responder a Di Stéfano sobre este tema: «Mire, no sé si fui el mejor, porque eso nadie lo sabe», dijo, «lo que sé es que estoy entre los mejores» y me parece la respuesta más sensata a toda esta fiebre mercantil que inventa competencias para medir, comparar y vender. No se puede equiparar a jugadores de distintas épocas, por otra parte. ¿Alguien podría determinar con honestidad si Fangio fue mejor que Schumacher? Además es casi imposible que alguna persona haya visto la misma o parecida cantidad de partidos a Di Stéfano y Maradona, por ejemplo.

Entonces ¿cuál es el fundamento para destacar a uno y no a otro? Detrás de la intención de la FIFA para elegir al mejor jugador del siglo, seguramente habrá un interés comercial, que es el argumento excluyente desde que el fútbol entró sin remedio en las depredadoras leyes del mercado. Y para colmo la cosa se le complicó porque los votantes de Internet eligieron abrumadoramente a Maradona, cuando aparentemente el candidato oficial de FIFA era Pelé.
Entre los dos hay tantos goles, tantas jugadas célebres, tantos caños, paredes, gambetas, tanta sabiduría y emoción, que resulta estúpido pretender enfrentarlos en una competencia absurda. Dentro de la cancha fueron dos genios incomparables. Los dos encendieron la ilusión del mundo entero durante décadas. Fuera de la cancha es donde se encuentran diferencias que se me ocurren fundamentales para que a la FIFA, un centro de poder entre los poderosos del mundo, le haya resultado ciertamente incómodo entregarle el premio máximo a Maradona. Por eso puso objeciones chapuceras a la elección y se la compuso para incluir a Pelé y compartir la distinción.

No haría falta repetir una vez más que tanto Maradona como Pelé, y tantos otros maestros de ese nivel, merecen el premio del siglo, pero la cuestión es que según las reglas que propuso la misma FIFA para la elección, ganó Maradona. Pero Diego Armando Maradona ha estado siempre y sigue estando justo en la acera de enfrente del poder. Sigue atado a la rebeldía intuitiva de su barrio (y de todos los barrios pobres del mundo) para saber quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos.

Pelé, en cambio, nunca le ha negado una sonrisa al poder, especialmente desde que en el 70 y con 30 años de edad dejó de jugar para el Santos y para Brasil y se entregó a la Warner, donde jugó unos años en el Cosmos estadounidense y siguió perteneciendo a la compañía en cuestiones de márketing e imagen. Pelé ha cuidado siempre su imagen que es la de un señor que se porta bien y nunca incordia a los que mandan.
Maradona tiene un don especial para perjudicar la suya y además nunca olvida su vena libertaria para contestar si es preciso, a los que dictan las normas.

En consecuencia, puestos a elegir, me quedo con los dos.

Por Ángel Cappa

Cappa denunció los negocios del fútbol


El ahora ex director técnico de Racing, Angel Cappa, tras oficializar su renuncia dijo ayer que "el negocio le viene ganando al fútbol", ya que "se ha devorado los tiempos, las urgencias y las inmediateces", al tiempo que Reinarlo Carlos Merlo está cada vez más cerca de retornar al club de Avellaneda.
Si bien no hubo confirmación por parte del titular de Blanquiceleste, Fernando Marín, éste ya habría mantenido contactos con el último técnico que sacó campeón a Racing, Reinaldo Carlos Merlo que, obviamente, es uno de los candidatos que más consenso tiene entre la parcialidad racinguista.

En una conferencia de prensa que se realizó ayer en el predio Mis Marías, de Escobar, Cappa fundamentó que se va de Racing "por las circunstancias que se dan en el fútbol argentino" y no en el club. "Porque allí siempre me sentí respetado y apoyado", confesó.
La actualidad de fútbol argentino, como el mismo Cappa lo apuntó, lo obligaron a preguntarse "si valía la pena seguir. Si a mi me servía vivir de esta manera. Entendí que no y por eso me alejo", confió.

Fiel a sus principios y convicciones, Cappa denunció que "el negocio de lo escabroso le ha ganado tiempo al fútbol", y que se "hace muy difícil trabajar sin tiempos, que no los hay. E inclusive eso, ahora lo tomamos como natural".
El hoy ex técnico de Racing sostuvo que eso "no pasa solamente" con él, sino "con varios" de sus colegas. "Pero algunos están vinculados con el poder y sufren menos la embestida del negocio. Por eso nos parece natural que a (Alberto) Márcico lo echen a los cuatro partidos y ahora le toque a Chiche Sosa".

En varios tramos de la conferencia Cappa mencionó al "poder mediático" como uno de los responsables de la actualidad del fútbol argentino y no se apartó de esa línea.
"Nos parece natural -enfatizó Cappa- que vendan entrenadores por televisión descaradamente como lo vemos últimamente, y son cosas que no son naturales. Si bien lo sabía, no pensaba que de adentro se sintiera tan crudamente".

Diario La Capital - 10 de diciembre de 2003

¿Y el fútbol, dónde está?


Es el deporte más popular del mundo, en todo rincón se puede hallar una pelota, esa querida imagen de la victoria y desolador fracaso a la vez. Las patadas, los uniformes, el marketing de hoy en día, la venta, transferencia o traspaso de los jugadores que ahora coleccionan camisetas de los clubes como souvenirs en vacaciones.

Un hombre que ha dedicado su vida entera al fútbol, tanto en la cancha como en la banca y, ahora también desde las tribunas de los diarios y libros (tiene en su haber el título La intimidad del fútbol), es el argentino Ángel Cappa, quien con el volumen ¿Y el fútbol dónde está? hace rodar el balón para que salgan debajo de él varios temas que a muchos disgustan y a otros causan escozor, tanto en el terreno de juego como en el contexto tan grande que rodea al deporte-negocio.

En primera instancia, el autor dedica la obra “a los que luchan contra la injusticia de la globalización para que todos entendamos que un mundo mejor es posible”. Ello ocurre inmediatamente después de un prólogo escrito por el ex técnico de la selección mexicana César Luis Menotti, donde afirma “Ángel Cappa sigue luchando por defender el juego, y desde la esperanza y conocimiento, con sensibilidad y coraje plantea ideas, denuncia las grandes mentiras”.

Cuáles son esas verdades, a quién o quiénes denuncia Cappa en sus páginas. No da nombres, no señala apellidos o ciudades, y no lo requiere, simplemente comenta su realidad, su experiencia. Allí observa cómo “la lógica empresarial ha convertido al entrenador en un empleado flexibilizado y a los jugadores en divos cada vez más alejados del juego y más próximos a las cuestiones comerciales”.

En el libro se ubican cuatro certeras entrevistas con Pep Guardiola, Fernando Redondo, Juan Manuel Lillo y César Luis Menotti, de éste último, rescatamos una respuesta tajante: “Ser jugador de fútbol significa ser un intérprete privilegiado del sentimiento y la ilusión de muchísima gente”.

Los capítulos, textos breves, algunos de ellos son epilogados (perdonando la expresión) con anécdotas o pensamientos que conjuga el autor de tal forma que aspectos de la vida común (miseria, hambre, guerras) que parecieran no tener relación con el fútbol, logren en el lector una pausa para darse cuenta de que si el balón es redondo como el mundo, en ambos la problemática puede crecer. De allí que termine la obra con una frase esperanzadoramente real y cruda: “El fútbol está en el fúbol, no en el entorno. Por eso no le queda otro futuro que volver a su pasado para seguir siendo lo que fue y lo que todavía es. A pesar de todo”.

En algunas líneas de Cappa se muestra la filosofía de lo humano, un conocedor de balompié que piensa el fútbol, oriundo de esos invisibles territorios donde “con la pelota en los pies ganaba, sobre todo, respeto, algo muy difícil de encontrar en la calle”. O en otro capítulo, en el que rescata palabras de Jean Cousteau, quien dijo: “El sistema de mercado como en el que vivimos hoy, es lo que más daño le hace al planeta, porque todo tiene un precio, pero nada un valor”. Sin embargo, al final sabemos, quienes gustamos de este deporte, en palabras de Ángel Cappa, en este libro inteligente y ameno, que “el fútbol es inexplicable cuando es gol”.

Críticas al libro


1) "Este libro es un manifiesto contra los que matan el fútbol pero también es una declaración de amor a la pelota. Endecha por un estilo de juego en extinción (si me apuran: un estilo de vida) y también laudatoria por aquellos técnicos “que defienden su vocación, no su puesto de trabajo”, y sobre todo por aquellos talentosos jugadores que todavía juegan para vacilarse, igual que “los pibes que se juntan todos los días en cualquier barrio de cualquier ciudad (...) para vivir el juego que los entusiasma.”"

Por Leonardo Aguirre (Agenciaperu.com)

2) Una vez que se concluye y se repasa mentalmente el nuevo libro de Ángel Cappa, uno casi se siente obligado a ponerse de pie y a declarar junto con él que no existe futbol (sin acento en la u) más lindo, ni más libre y atrevido, que el futbol argentino. Se supone que Cappa sabe lo que dice: su hoja de servicios como entrenador en América y Europa, y como asistente de Menotti en la selección argentina, el Barcelona, el Real Madrid y el Peñarol incluye algunos logros destacados. ¿Pero acierta al final? ¿De veras no existe otro estilo más lindo? 
El futbol ya cambió, dice Cappa, y sin duda para mal. Quedaron atrás los días de los virtuosos impredecibles y atípicos, de los que conocían las reglas elementales del juego y sabían ser serios porque sabían divertirse en la cancha. ¿Qué clase de catástrofe acabó de un solo golpe con la apuesta por el riesgo, con la alegría? El futbol moderno se ha tecnificado y mercantilizado, y se ha puesto a las órdenes del frío cálculo táctico. Y algo aún peor: cada gesto, cada movimiento parece atender únicamente a la televisión; la sala de prensa sustituyó al vestidor. A quién le importa la pelota, importa la eficacia. Todo se reduce a correr sin pausa. No debería sorprender que Cappa identifique al futbol italiano (al español también le llega su hora) como la encarnación misma de estos males. Sencillamente, le repatea. De hecho, considera un deber, aunque tenga mínimas posibilidades de éxito, denunciar el peligro que corre el mundo si eso que considera la perversidad que paraliza al futbol italiano se extiende a otras tierras. Barrio, sentimiento, amor a la camiseta, son conceptos que brillan en oposición a centros de poder, geometría, ganar sin importar cómo. En pocas palabras, hay un futbol que sólo valora el triunfo y otro que valora el triunfo siempre y cuando se obtenga jugando bien. El problema es que el significado de esto último apenas se sugiere y, en consecuencia, las buenas intenciones quedan reducidas a una lista curiosa de clichés (“No es el orden táctico lo que define a un equipo, sino sus posibilidades creativas”; “si queremos avanzar, tenemos que jugar hacia los costados”; “no se ataca desde cualquier lugar”; “un equipo tiene que saber cuándo ir a presionar y cuándo retroceder”). Puede sonar injusto, sobre todo después de los años y del enorme trabajo que le ha costado a Cappa defender ciertos principios básicos, entre los cuales destaca el reconocimiento de la dignidad del futbolista, pero a un hombre de su sensibilidad hay que exigirle siempre más: un mínimo de vocación estilística, por ejemplo, pues por qué titular a su libro ¿Y el fútbol dónde está? y no, en correcto español, es decir, cortita y al pie, ¿Dónde está el futbol? Como sea, dónde si no en el futbol argentino, remata Cappa, se encuentran la respuesta y el antídoto al frío cálculo táctico. Riquelme es argentino… y genial. Pregunto: ¿Francesco Totti no es acaso italiano?

Por Roberto Pliego. Reseña publicada en el suplemento literario Hoja por Hoja en abril de 2005. Año 8, Número 95.

3) Desde una hora antes de que empezaran las presentaciones de los músicos y bailarines sudafricanos, la explanada de la Alhóndiga de Granaditas (sí, vamos a hablar de futbol, pero no empezaremos en un estadio) estaba llena a reventar. La gente, muchos jóvenes emocionados por el mero hecho de ser muchos y estar juntos, buscaban algo que hacer en común. La "ola" tuvo éxito. Pero el único cántico que encontró coro en ese atardecer fue el "Goya" de los Pumas de la UNAM. 
Era el Festival Cervantino y los Pumas no tenían absolutamente nada que ver. Y este cronista se preguntaba qué estaba pasando, pero leyendo el libro ¿Y el fútbol, dónde está? (así, con su argentinísimo acento en la u), del entrenador Ángel Cappa, comprendió ese y muchos otros misterios de este apasionante deporte. 
No se trata de un compendio de quejas al estilo de: "Ya nadie juega como Maradona". No, la premisa de Cappa es que si uno se aleja de "los básicos" de este o cualquier deporte las cosas empiezan a salir mal. Cosa que demuestra y que parece poder trasladarse al panorama actual del futbol mexicano. 
Y ¿cuáles son esos básicos? Que se trata de un juego de equipo. Así, nada más. 
Cappa establece que cuando el marketing mete demasiado la mano, contratando estrellas o cambiando entrenadores sin darles opción a "hacer" sus equipos, por ejemplo (¿les recuerda al América y su situación actual?) estos principios básicos se desvirtúan o, de plano, se pierden. 
Con el sencillo esquema de Cappa y su multitud de ejemplos -desde aquel sicólogo que evaluó a Garrincha y dijo que no daba el mínimo para jugar una copa del mundo, hasta los preparadores físicos que creen que un gran atleta "con un discreto dominio de la técnica del futbol puede ser un superjugador"- el futbol se hace comprensible y aun más disfrutable. 
Este redactor podría tratar de explicarle cómo aplicó los principios para entender el "pumamanía" que se desató el año pasado o para explicar por qué el Real Madrid no es invencible como su nómina pareciera indicar. Pero es mejor sólo recomendar que lea ¿Y el fútbol, dónde está? (Ficticia, 276pp, $130) y que usted, cual jugador de futbol que no debe llegar antes que los demás a la meta contraria (como haría un atleta) sino que debe "saber llegar", saque sus propias conclusiones.

ANGEL CAPPA El Alumno

ANGEL CAPPA

El Alumno


Se reconoce admirador de la cátedra que Menotti siempre profesó: juego lírico, juego elegante, juego de alta diversión. Acompañó a su maestro en la Selección, Boca y Peñarol. Luego hizo dupla con Valdano y logró una Liga con el Real Madrid. Hasta que decidió independizarse. Ángel Cappa, filósofo, entrenador antes que director técnico, férreo amante del buen fútbol que hoy no logra verse.

Es una manera que el fútbol moderno tiene para defenderse, para continuar con su reinado de largos pelotazos y partidos aburridos, y sólo el resultado y qué importa el resto, que nada ni nadie logre insertarse en él e intenté entonces acostarlo en la cama de una cirugía de pases cortos y gambetas dulces y fútbol estético. Lo hace simple: mantiene lejos a quienes son capaces de realizar ese cambio, portadores del borrador de las flechas y las carcelarias indicaciones que el pizarrón guarda. Permite que caminen por sus dominios los amantes del ganar y sólo ganar, defender y defender, pragmatistas, hagamos tiempo que vamos ganando uno a cero, muchachos, que si no me echan.
Ángel Cappa es una de las tantas personas que piensan en un fútbol ganador, pero un fútbol ganador “respetuoso de nuestra alegría, de nuestro gusto y de nuestra identidad”. Enemigo aunque buen conocedor del juego que hoy se vive, el ex entrenador de Racing Club y Las Palmas grita su ideología: “Soy un aplicado alumno de Menotti”.
Y bien se sabe la cátedra que Menotti dicta. Fútbol sonriente, pases saludables, juego lírico y poético, jugadores que primero se divierten por jugar y luego por saber que han ganado, pero recién luego. Y Cappa apuesta sus fichas a ese juego. Intentó hacerlo en todos los equipos que supo conducir. Pudo en algunos, tal vez no en otros, pero su filosofía siempre se mantuvo limpia y clara, firme: “Lo que pasa es que el resultado no le va a dar la razón a nadie, no va a definir nada. Es una pena que fracase una obra de Shakespeare, pero eso no significa que Shakespeare sea un mal escritor”.
El romance con esta forma de vida, de sentir el fútbol, logró fortalecerse cuando Cappa se alió a César Luis Menotti en 1981, primero dirigiendo a la Selección argentina en el Mundial de España ´82 y luego al Barcelona de España, donde conquistaron una Copa del Rey. Luego se independizó de Menotti pero no de sus ideas. Dirigió a Banfield en dos oportunidades y a Huracán en el Nacional B. Pero no soportó el no rezar con su dios. Y retornó al lado de Menotti para conducir a Peñarol de Uruguay y a Boca Juniors.
A principios de la década del noventa, Cappa retornó a la España de su exilio -antes se había ido en la época de la dictadura- y comenzó a trabajar junto con otro partidario del fútbol gallardo y donoso, el hoy Director Deportivo del Real Madrid, el argentino Jorge Valdano.
Dirigieron primero al Tenerife de España. Lograron allí un 13er, un 5to y un 10mo puesto. Pero la afición del elenco de las Islas Canarias los recuerda por algo más que aquellas campañas: Valdano y Cappa supieron arruinarle dos campeonatos de Liga ni más ni menos que al Real Madrid, donde luego aterrizarían con sus valijas de juego bien vestido.
Ya en el club de la Casa Blanca, la dupla argentina -“Yo no era ayudante de campo, sino que formábamos una dupla”, dijo alguna vez Cappa- formó un equipo de grandes jugadores, Raúl, Amavizca, Hierro, Laudrup, Redondo, Luis Enrique, Zamorano, y consiguió lo que hacía cuatro años el Real no conseguía: el título de Liga.
Luego, Cappa se divorció de su compañero y comenzó a construir una ruta propia. Se sentó en el banco de Las Palmas, de la Segunda División de España, y junto con los argentinos Walter Pico y El Turu Flores logró una interesante campaña de abultados números y sonrisas de afición.
En 1998 se topó con la piedra más grande de su carrera: Daniel Lalín le llamó para ser el director técnico de Racing Club. Ángel asentó con la cabeza y el corazón y se vistió con las ropas de la presión y una hinchada que hacía más de treinta años gritaba la presión de ser campeón de una vez por todas.
Y cuánto conocía su objetivo: no ser carne de aquel club despedazador de entrenadores.
Y aunque acaso finalmente lo haya sido porque no logró el campeonato -alcanzó el segundo puesto junto con Gimnasia de La Plata en el Apertura 1998 que ganó el Boca de Bianchi-, Cappa consiguió algo que muy pocos directores técnicos consiguieron por aquellas épocas de noches sin muerte. Que la gente no quisiera que se fuera y exigiera su retorno cada vez que un entrenador abandonaba, desdichado, la labor de dirigir a Racing.
Salvo El Coco Basile y él, nadie había podido sumergirse en el cariño de la hinchada hasta la llegada de Reinaldo Merlo, el redentor, el salvador, quien abrió las aguas rojas del sufrimiento, dios que acabó con el largo reinado del diablo.
Pavada de logro.          
Y aquel gordo logro gracias a sostener y practicar una idea, su idea y la de tantos, gambetas en lugar de patadas, pelar billetes de buen juego antes que contentarse por defender bolsillos de labios cerrados, querer divertirse y jugar bien para arribar a la ruta del ganar y así ser felices como hace mucho no lo somos, y no ganar por ganar para luego aullar un festejo vacío.

Con sabor a mí
·          Nació en Bahía Blanca en 1946.
·          Como futbolista fue volante central. Jugó en Olimpo y en Villa Mitre, siempre en Bahía. También integró el seleccionado de la Liga del Sur.
·          Se recibió de entrenador en España. Dirigió tres años a los juveniles de la Federación Castellana. Desde 1981 colaboró con César Menotti en la Selección argentina y en el Barcelona de España.
·          Luego se independizó y dirigió en Argentina a Banfield y Huracán. Después estuvo en Peñarol y Boca, nuevamente con Menotti.
·          Regresó a España y formó una dupla con Jorge Valdano. Condujeron al Tenerife y después al Real Madrid, donde consiguieron una Liga.
·        Se independizó por segunda vez y comandó los destinos de Las Palmas, de la Segunda División de España. Su último trabajo fue Racing Club de Argentina, en 1998.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Los conceptos vertidos a continuacion tienen absoluta relacion 
con la formacion en el ejercicio de la tecnica indibidual entrenada,
desarrollada desde las bases primarias en el aprendizaje,que son el
elemento fundamental y determinante en el futuro a la hora de jugar.
Sin tecnica no se puede jugar bien este juego.El Futbol que vamos a jugar...
Para jugar al futbol tengo una posicion en la cancha,un puesto,que respetar asi como cada uno de mis compañeros
organizada y establecida por nuestro director tecnico,ser ordenados es bueno,pero tengo que jugar desde
mi puesto,como lo se hacer,ya que el tecnico me elijio para jugar,por mi manera de jugar y de tomar determinaciones.
Muchas veces me tocara irme en la jugada por otros lados y no esta mal mientras sea bueno para el equipo
y regrese a mi posicion lo antes posible ,para no desordenarme y desordenat el equipo.
un equipo ordenado gana mas partidos que un equipo desordenado en el que todos van por cualquier lado.
Tomar desiciones no quiere decir ser desovedientes,ya que el futbol vive por la acciones de sus ejecutantes y
sus ejecutantes son los jugadores...Un puesto no es una prision a mis posibilidades de jugar .
Todo lo que un jugador aporte para bien del equipo sera siempre bienvenido por todos.

El Futbol es un Juego,un juego es diversion,en la diversion esta la alegria y en la alegria el sentirte bien.
y se juega mejor cuando uno se siente bien, cuando uno esta contento y feliz.
No conosco ningun mal humorado que juegue bien pero,si gente feliz jugando bien.

El Futbol es un juego que nos entra por los ojos,se empieza a jugar en la cabeza desde razonar y pensar
para salirnos por los pies,por eso el futbol es "mirar,pensar y recien jugar".
En el futbol se piensa para jugar,con pelota se juega y sin pelota se corre.
El futbol es un juego simple,se juega en equipo,en conjunto,un equipo sin egoismos mezquinos en todos y cada uno
de los jugadores que lo componen,con un lema a seguir siempre que es,"todos para uno y uno para todos."

El Futbol simple es asi "La tengo poco y el equipo mucho".
Al Futbol se juega simple,a los pases,lo complican con aquellos que no entienden esto,
y se quedan demasiado tiempo con la pelota y no la pasan hasta que se la quitan.
Siempre habra un rival en frente como obstaculo,que corre,lucha por la tenencia
de la pelota e intentara con ella ganarnos el partido.
Tocando la pelota hacia todos lados,el rival correra y se cansara mas rapido,
esto hara tambien que se ponga de mal humor,se desconcentre,se descuide y pierda las marcas.
A la pelota la cuidamos entre todos a los pases.
Se hace dificil cuando no somos simples para jugar y no nos pasamos el balon
entonces el rival aprobecha y nos quita la pelota que es lo mas importante que tiene el juego.

Un equipo es sinonimo de unidad,solidaridad, y generosidad de todos sus integrantes.
Siempre se juega a los pases,solo se gambetea cuando no queda otra alternativa.
pues las indibidualidades hacen falta pero son determinantes cuando son nesesarias.

Cuando mi equipo tiene la pelota,los que no la tienen se mueven y se desmarcan
para ser una opcion de pase y el que la tiene,la tiene que pasar,asi en el equipo juegan todos.
Cuando juegan todos,todos estamos atentos y no estamos distraidos.
Cuando el equipo rival es el que tiene la pelota,todos marcamos y pasamos rapidamente
la linea de la pelota interponiendonos siempre entre la posicon de la pelota y nuestro arco,
asi que nunca persigo sino que corto camino para ponerme de frente a los rivales.

En futbol los que hacen mas goles ganan pero,los los goles se hacen con la pelota.
Por esta razon conseguir rapidamente la pelota sera nuestra primera consigna por sobre marcar goles.
ya que con ella en nuestro poder,esos goles,el rival no te los puede hacer pero nosotros si.

Los goles llegan por distintas circunstancias,pero existe una manera que siempre utilizan los buenos equipos
que es,la de jugar a los pases hasta que el rival se desacomode y nos facilite posibilidades
de gol claras con tiempo y espacio y eso se logra cuando todos colaboran.

Con la pelota en nuestro poder "jugamos", sin apuros para no equivocarnos,para no perderla,
para hacerla circular con pases cortos,mirando cerca y no lejos,asi mas tocamos y mas asociamos
el juego entre todos,sin pelotazos,porque los pelotazos dividen y dividir es compartir la pelota
con el rival y eso es lo que no queremos.

Tenemos que jugar sin apuros ni urgencias,porque lo que se hace apurado contagia vertigo y en el vertigo
todo sale mal,se pierde presicion y corremos el riesgo de perder la pelota ...
es decir,nos apuramos para conseguirla y una vez que esto ocurre no nos apuramos para hacer un gol.

En Futbol los buenos equipos cuidan la pelota,haciendola circular y la tenencia de la pelota
es muy importante en el tramite del juego,porque el que la tiene juega,se divierte y
es todo mas lindo cuando tu equipo tiene la pelota, el rival se tiene que encargar de persigue,corre,marcar
y se pone de mal humor.

Cuando jugas la vigilia es permanente,se mira,se observa como esta el juego y
siempre se habla,se cuenta o se alerta de lo que esta pasando a nuestro compañero que no ve pero escucha.
porque "en futbol lo que no se ve,se escucha" entonces hay que alertar al compañero siempre..

Siempre miro a mi alrrededor antes de recibir la pelota,asi sabre que hacer con ella cuando ya la tenga,
es muy importante porque el futbol es aveces muy dinamico,hay rivales cerca que me la quieren sacar y este ejercicio de mirar antes
me permite pensar antes la ejecucion de la proxima jugada.

martes, 16 de noviembre de 2010

futbolinfantil: ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS...

futbolinfantil: ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS...: "PARTIDO EN LA PREVIA LINDO, CON MUCHA GENTE (COMO ANTES DIRÍA MI VIEJO), EN LA PREVIA INDEPENDIENTE DEBÍA GANAR O GANAR PARA PELEAR EN MEJOR..."

ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS ESTUDIANTES.

PARTIDO EN LA PREVIA LINDO, CON MUCHA GENTE (COMO ANTES DIRÍA MI VIEJO), EN LA PREVIA INDEPENDIENTE DEBÍA GANAR O GANAR PARA PELEAR EN MEJOR POSICION LA CLASIFICACIÓN PARA LAS FINALES, POR OTRO LADO ESTUDIANTES TENIA QUE GANAR PARA NO JUGAR LA PROMOCION.
A NIVEL DE JUEGO Y A TITULO PERSONAL ME GENERÓ DESILUCIÓN, PARECÍA QUE AMBOS EQUIPOS JUGABAN A NO PERDER, INDEPENDIENTE FUE UN POQUITO MAS EN EL PRIMER TIEMPO, MIENTRAS QUE ESTUDIANTES SE ANIMÓ UN POQUITO EN EL SEGUNDO, EN EALIDAD EN LOS ULTIMOS 15 MINUTOS, DONDE ME DIÓ LA SENSACIÓN QUE SE ABRIÓ EL PARTIDO POR EL SIMPLE HECHO DE QUE SE DIERON CUENTA DE QUE SE PODÍA... COMO ESPECTADOR ME DEJARON MUCHAS GANAS DE VER A DOS EQIPOS JUGAR PARA GANAR Y A GANAR, DE ARRIESGAR, DE VER MEJORES RECORRIDOS O RECORRIDOS MAS INTELIGENTES. CREO QUE A TODOS NOS HUBIERA GUSTADO VER A DOS EQUIPOS CON MENOS MIEDOS Y MAS IDEAS...

viernes, 5 de noviembre de 2010

ENTRENADORES CON AMBICIÓN Y MUCHA DEDICACIÓN AL TRABAJO. MAESTROS DE LA ENSEÑANZA Y PASIÓN POR LO QUE HACEN



Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa, antes de hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.