domingo, 19 de diciembre de 2010

Ángel Cappa - Un técnico distinto



Ángel Cappa ha nacido el 6 de septiembre de 1946 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.

Como jugador de fútbol se desempeñó en Villa Mitre, Olimpo y la selecciòn de Bahía Blanca.

Se recibe de director técnico en España, donde entrena un seleccionado juvenil de la Federación Castellana.

En 1981 se vincula al ex entrenador de la Selección de Argentina, César Luis Menotti, para colaborar en dicho seleccionado.

En 1985, escontratado por el Club Atlético Banfield, en donde arma un muy buen equipo, que sería la base del octogonal ganado por el "taladro" en 1987.
En 1987 es contratado por el Club Atlético Huracán, pero sólo duraría un año en el cargo, ya que en la Temporada 1988/1989 vuelve a Banfield en la segunda ronda del torneo, donde, teniendo en cuenta que en la primera ronda el equipo logró un 20 % de los puntos, no alcanzó el 50 % de los puntos obtenidos para mantenerse en primera división.
En 1991 se une una vez más a César Luis Menotti para dirigir al Club Atlético Peñarol de Uruguay, donde no logran conseguir los objetivos propuestos.

En 1993 continúa junto a César Luis Menotti y emprenden viaje a la República Argentina, donde dirigen a Boca Juniors, club donde logran el subcampeonato en la Copa Libertadores de América 1993.

En 1994 se une a Jorge Valdano para dirigir al Tenerife de España.

En 1995 va junto a Valdano al Real Madrid, donde logran una Liga Española.

Luego del campeonato obtenido junto a Valdano en el Real Madrid, se independiza y es contratado por Las Palmas, de la segunda división de España.

En 1998 es contratado por el Club Atlético Racing Club de Avellaneda, donde dirigió 38 partidos, de los cuales ganó 14, empató 11 y perdió 13. En Racing cumplió una brillante temporada, siempre priorizando el buen juego por sobre el resultado, y promovió juveniles como Albano Bizzarri, Maximiliano Estevez y Adrián Bastia.

En 1999 saca boletos para viajar a México, a firmar contrato con el Atlas.

En 2002 Cappa dirigió al Universitario de Perú, consiguiendo el campeonato contra todos los pronósticos. El equipo estaba desmotivado por la falta de pago, a los jugadores les debían ya cuatro meses, existían muchos problemas en el club, y todos estaban a punto de tirar la toalla. El equipo entero tuvo que hacer una elección: decidió ponerse la camiseta y entregar todo en la cancha por la hinchada.

"A mí me quedó una profunda satisfacción, muy parecida a la felicidad, por haber participado en esta historia tan complicada, tan edificante y hermosa que me animo a juzgar fantástica. Fuimos campeones contra todo y contra todos", dijo Ángel Cappa tras el titulo.

A mediados de 2003, y tras la renuncia de Osvaldo Ardiles de la conducción técnica de Racing Club, es contratado por el club de Avellaneda. Pero esta vez determinadas circunstancias hicieron que Cappa se vaya antes de lo previsto. 17 partidos jugados, 4 ganados, 10 empatados y 3 perdidos, son los números de Ángel Cappa en su segunda etapa en Racing.

En diciembre de 2004 es contratado por el exótico Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, recomendado por el argentino Oscar Fullone, en donde logró ganar la copa Charity

Cappa en palabras

"No creo que se marque una diferencia sustancial por la contratación de uno o dos jugadores. La diferencia no la dan los nombres, sino el funcionamiento del equipo."

MONDAY, DECEMBER 11, 2006

El mejor del siglo

Se dice y con razón que las cuatro coronas del fútbol mundial pertenecen a Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, y al mismo tiempo se comete una injusticia con muchos otros jugadores geniales que tienen el mismo derecho a ocupar un trono: Moreno, Bobby Charlton, Pedernera, Puskas, Gento, Luis Suárez, Sívori, Del Sol, Gerson, Rivelinho, Garrincha, Schaffino, Beckenbauer, Schuster, Houseman... Toda elección a este nivel es inevitablemente caprichosa, porque finalmente se trata de una cuestión de gustos.

Una vez le escuché responder a Di Stéfano sobre este tema: «Mire, no sé si fui el mejor, porque eso nadie lo sabe», dijo, «lo que sé es que estoy entre los mejores» y me parece la respuesta más sensata a toda esta fiebre mercantil que inventa competencias para medir, comparar y vender. No se puede equiparar a jugadores de distintas épocas, por otra parte. ¿Alguien podría determinar con honestidad si Fangio fue mejor que Schumacher? Además es casi imposible que alguna persona haya visto la misma o parecida cantidad de partidos a Di Stéfano y Maradona, por ejemplo.

Entonces ¿cuál es el fundamento para destacar a uno y no a otro? Detrás de la intención de la FIFA para elegir al mejor jugador del siglo, seguramente habrá un interés comercial, que es el argumento excluyente desde que el fútbol entró sin remedio en las depredadoras leyes del mercado. Y para colmo la cosa se le complicó porque los votantes de Internet eligieron abrumadoramente a Maradona, cuando aparentemente el candidato oficial de FIFA era Pelé.
Entre los dos hay tantos goles, tantas jugadas célebres, tantos caños, paredes, gambetas, tanta sabiduría y emoción, que resulta estúpido pretender enfrentarlos en una competencia absurda. Dentro de la cancha fueron dos genios incomparables. Los dos encendieron la ilusión del mundo entero durante décadas. Fuera de la cancha es donde se encuentran diferencias que se me ocurren fundamentales para que a la FIFA, un centro de poder entre los poderosos del mundo, le haya resultado ciertamente incómodo entregarle el premio máximo a Maradona. Por eso puso objeciones chapuceras a la elección y se la compuso para incluir a Pelé y compartir la distinción.

No haría falta repetir una vez más que tanto Maradona como Pelé, y tantos otros maestros de ese nivel, merecen el premio del siglo, pero la cuestión es que según las reglas que propuso la misma FIFA para la elección, ganó Maradona. Pero Diego Armando Maradona ha estado siempre y sigue estando justo en la acera de enfrente del poder. Sigue atado a la rebeldía intuitiva de su barrio (y de todos los barrios pobres del mundo) para saber quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos.

Pelé, en cambio, nunca le ha negado una sonrisa al poder, especialmente desde que en el 70 y con 30 años de edad dejó de jugar para el Santos y para Brasil y se entregó a la Warner, donde jugó unos años en el Cosmos estadounidense y siguió perteneciendo a la compañía en cuestiones de márketing e imagen. Pelé ha cuidado siempre su imagen que es la de un señor que se porta bien y nunca incordia a los que mandan.
Maradona tiene un don especial para perjudicar la suya y además nunca olvida su vena libertaria para contestar si es preciso, a los que dictan las normas.

En consecuencia, puestos a elegir, me quedo con los dos.

Por Ángel Cappa

Cappa denunció los negocios del fútbol


El ahora ex director técnico de Racing, Angel Cappa, tras oficializar su renuncia dijo ayer que "el negocio le viene ganando al fútbol", ya que "se ha devorado los tiempos, las urgencias y las inmediateces", al tiempo que Reinarlo Carlos Merlo está cada vez más cerca de retornar al club de Avellaneda.
Si bien no hubo confirmación por parte del titular de Blanquiceleste, Fernando Marín, éste ya habría mantenido contactos con el último técnico que sacó campeón a Racing, Reinaldo Carlos Merlo que, obviamente, es uno de los candidatos que más consenso tiene entre la parcialidad racinguista.

En una conferencia de prensa que se realizó ayer en el predio Mis Marías, de Escobar, Cappa fundamentó que se va de Racing "por las circunstancias que se dan en el fútbol argentino" y no en el club. "Porque allí siempre me sentí respetado y apoyado", confesó.
La actualidad de fútbol argentino, como el mismo Cappa lo apuntó, lo obligaron a preguntarse "si valía la pena seguir. Si a mi me servía vivir de esta manera. Entendí que no y por eso me alejo", confió.

Fiel a sus principios y convicciones, Cappa denunció que "el negocio de lo escabroso le ha ganado tiempo al fútbol", y que se "hace muy difícil trabajar sin tiempos, que no los hay. E inclusive eso, ahora lo tomamos como natural".
El hoy ex técnico de Racing sostuvo que eso "no pasa solamente" con él, sino "con varios" de sus colegas. "Pero algunos están vinculados con el poder y sufren menos la embestida del negocio. Por eso nos parece natural que a (Alberto) Márcico lo echen a los cuatro partidos y ahora le toque a Chiche Sosa".

En varios tramos de la conferencia Cappa mencionó al "poder mediático" como uno de los responsables de la actualidad del fútbol argentino y no se apartó de esa línea.
"Nos parece natural -enfatizó Cappa- que vendan entrenadores por televisión descaradamente como lo vemos últimamente, y son cosas que no son naturales. Si bien lo sabía, no pensaba que de adentro se sintiera tan crudamente".

Diario La Capital - 10 de diciembre de 2003

¿Y el fútbol, dónde está?


Es el deporte más popular del mundo, en todo rincón se puede hallar una pelota, esa querida imagen de la victoria y desolador fracaso a la vez. Las patadas, los uniformes, el marketing de hoy en día, la venta, transferencia o traspaso de los jugadores que ahora coleccionan camisetas de los clubes como souvenirs en vacaciones.

Un hombre que ha dedicado su vida entera al fútbol, tanto en la cancha como en la banca y, ahora también desde las tribunas de los diarios y libros (tiene en su haber el título La intimidad del fútbol), es el argentino Ángel Cappa, quien con el volumen ¿Y el fútbol dónde está? hace rodar el balón para que salgan debajo de él varios temas que a muchos disgustan y a otros causan escozor, tanto en el terreno de juego como en el contexto tan grande que rodea al deporte-negocio.

En primera instancia, el autor dedica la obra “a los que luchan contra la injusticia de la globalización para que todos entendamos que un mundo mejor es posible”. Ello ocurre inmediatamente después de un prólogo escrito por el ex técnico de la selección mexicana César Luis Menotti, donde afirma “Ángel Cappa sigue luchando por defender el juego, y desde la esperanza y conocimiento, con sensibilidad y coraje plantea ideas, denuncia las grandes mentiras”.

Cuáles son esas verdades, a quién o quiénes denuncia Cappa en sus páginas. No da nombres, no señala apellidos o ciudades, y no lo requiere, simplemente comenta su realidad, su experiencia. Allí observa cómo “la lógica empresarial ha convertido al entrenador en un empleado flexibilizado y a los jugadores en divos cada vez más alejados del juego y más próximos a las cuestiones comerciales”.

En el libro se ubican cuatro certeras entrevistas con Pep Guardiola, Fernando Redondo, Juan Manuel Lillo y César Luis Menotti, de éste último, rescatamos una respuesta tajante: “Ser jugador de fútbol significa ser un intérprete privilegiado del sentimiento y la ilusión de muchísima gente”.

Los capítulos, textos breves, algunos de ellos son epilogados (perdonando la expresión) con anécdotas o pensamientos que conjuga el autor de tal forma que aspectos de la vida común (miseria, hambre, guerras) que parecieran no tener relación con el fútbol, logren en el lector una pausa para darse cuenta de que si el balón es redondo como el mundo, en ambos la problemática puede crecer. De allí que termine la obra con una frase esperanzadoramente real y cruda: “El fútbol está en el fúbol, no en el entorno. Por eso no le queda otro futuro que volver a su pasado para seguir siendo lo que fue y lo que todavía es. A pesar de todo”.

En algunas líneas de Cappa se muestra la filosofía de lo humano, un conocedor de balompié que piensa el fútbol, oriundo de esos invisibles territorios donde “con la pelota en los pies ganaba, sobre todo, respeto, algo muy difícil de encontrar en la calle”. O en otro capítulo, en el que rescata palabras de Jean Cousteau, quien dijo: “El sistema de mercado como en el que vivimos hoy, es lo que más daño le hace al planeta, porque todo tiene un precio, pero nada un valor”. Sin embargo, al final sabemos, quienes gustamos de este deporte, en palabras de Ángel Cappa, en este libro inteligente y ameno, que “el fútbol es inexplicable cuando es gol”.

Críticas al libro


1) "Este libro es un manifiesto contra los que matan el fútbol pero también es una declaración de amor a la pelota. Endecha por un estilo de juego en extinción (si me apuran: un estilo de vida) y también laudatoria por aquellos técnicos “que defienden su vocación, no su puesto de trabajo”, y sobre todo por aquellos talentosos jugadores que todavía juegan para vacilarse, igual que “los pibes que se juntan todos los días en cualquier barrio de cualquier ciudad (...) para vivir el juego que los entusiasma.”"

Por Leonardo Aguirre (Agenciaperu.com)

2) Una vez que se concluye y se repasa mentalmente el nuevo libro de Ángel Cappa, uno casi se siente obligado a ponerse de pie y a declarar junto con él que no existe futbol (sin acento en la u) más lindo, ni más libre y atrevido, que el futbol argentino. Se supone que Cappa sabe lo que dice: su hoja de servicios como entrenador en América y Europa, y como asistente de Menotti en la selección argentina, el Barcelona, el Real Madrid y el Peñarol incluye algunos logros destacados. ¿Pero acierta al final? ¿De veras no existe otro estilo más lindo? 
El futbol ya cambió, dice Cappa, y sin duda para mal. Quedaron atrás los días de los virtuosos impredecibles y atípicos, de los que conocían las reglas elementales del juego y sabían ser serios porque sabían divertirse en la cancha. ¿Qué clase de catástrofe acabó de un solo golpe con la apuesta por el riesgo, con la alegría? El futbol moderno se ha tecnificado y mercantilizado, y se ha puesto a las órdenes del frío cálculo táctico. Y algo aún peor: cada gesto, cada movimiento parece atender únicamente a la televisión; la sala de prensa sustituyó al vestidor. A quién le importa la pelota, importa la eficacia. Todo se reduce a correr sin pausa. No debería sorprender que Cappa identifique al futbol italiano (al español también le llega su hora) como la encarnación misma de estos males. Sencillamente, le repatea. De hecho, considera un deber, aunque tenga mínimas posibilidades de éxito, denunciar el peligro que corre el mundo si eso que considera la perversidad que paraliza al futbol italiano se extiende a otras tierras. Barrio, sentimiento, amor a la camiseta, son conceptos que brillan en oposición a centros de poder, geometría, ganar sin importar cómo. En pocas palabras, hay un futbol que sólo valora el triunfo y otro que valora el triunfo siempre y cuando se obtenga jugando bien. El problema es que el significado de esto último apenas se sugiere y, en consecuencia, las buenas intenciones quedan reducidas a una lista curiosa de clichés (“No es el orden táctico lo que define a un equipo, sino sus posibilidades creativas”; “si queremos avanzar, tenemos que jugar hacia los costados”; “no se ataca desde cualquier lugar”; “un equipo tiene que saber cuándo ir a presionar y cuándo retroceder”). Puede sonar injusto, sobre todo después de los años y del enorme trabajo que le ha costado a Cappa defender ciertos principios básicos, entre los cuales destaca el reconocimiento de la dignidad del futbolista, pero a un hombre de su sensibilidad hay que exigirle siempre más: un mínimo de vocación estilística, por ejemplo, pues por qué titular a su libro ¿Y el fútbol dónde está? y no, en correcto español, es decir, cortita y al pie, ¿Dónde está el futbol? Como sea, dónde si no en el futbol argentino, remata Cappa, se encuentran la respuesta y el antídoto al frío cálculo táctico. Riquelme es argentino… y genial. Pregunto: ¿Francesco Totti no es acaso italiano?

Por Roberto Pliego. Reseña publicada en el suplemento literario Hoja por Hoja en abril de 2005. Año 8, Número 95.

3) Desde una hora antes de que empezaran las presentaciones de los músicos y bailarines sudafricanos, la explanada de la Alhóndiga de Granaditas (sí, vamos a hablar de futbol, pero no empezaremos en un estadio) estaba llena a reventar. La gente, muchos jóvenes emocionados por el mero hecho de ser muchos y estar juntos, buscaban algo que hacer en común. La "ola" tuvo éxito. Pero el único cántico que encontró coro en ese atardecer fue el "Goya" de los Pumas de la UNAM. 
Era el Festival Cervantino y los Pumas no tenían absolutamente nada que ver. Y este cronista se preguntaba qué estaba pasando, pero leyendo el libro ¿Y el fútbol, dónde está? (así, con su argentinísimo acento en la u), del entrenador Ángel Cappa, comprendió ese y muchos otros misterios de este apasionante deporte. 
No se trata de un compendio de quejas al estilo de: "Ya nadie juega como Maradona". No, la premisa de Cappa es que si uno se aleja de "los básicos" de este o cualquier deporte las cosas empiezan a salir mal. Cosa que demuestra y que parece poder trasladarse al panorama actual del futbol mexicano. 
Y ¿cuáles son esos básicos? Que se trata de un juego de equipo. Así, nada más. 
Cappa establece que cuando el marketing mete demasiado la mano, contratando estrellas o cambiando entrenadores sin darles opción a "hacer" sus equipos, por ejemplo (¿les recuerda al América y su situación actual?) estos principios básicos se desvirtúan o, de plano, se pierden. 
Con el sencillo esquema de Cappa y su multitud de ejemplos -desde aquel sicólogo que evaluó a Garrincha y dijo que no daba el mínimo para jugar una copa del mundo, hasta los preparadores físicos que creen que un gran atleta "con un discreto dominio de la técnica del futbol puede ser un superjugador"- el futbol se hace comprensible y aun más disfrutable. 
Este redactor podría tratar de explicarle cómo aplicó los principios para entender el "pumamanía" que se desató el año pasado o para explicar por qué el Real Madrid no es invencible como su nómina pareciera indicar. Pero es mejor sólo recomendar que lea ¿Y el fútbol, dónde está? (Ficticia, 276pp, $130) y que usted, cual jugador de futbol que no debe llegar antes que los demás a la meta contraria (como haría un atleta) sino que debe "saber llegar", saque sus propias conclusiones.

ANGEL CAPPA El Alumno

ANGEL CAPPA

El Alumno


Se reconoce admirador de la cátedra que Menotti siempre profesó: juego lírico, juego elegante, juego de alta diversión. Acompañó a su maestro en la Selección, Boca y Peñarol. Luego hizo dupla con Valdano y logró una Liga con el Real Madrid. Hasta que decidió independizarse. Ángel Cappa, filósofo, entrenador antes que director técnico, férreo amante del buen fútbol que hoy no logra verse.

Es una manera que el fútbol moderno tiene para defenderse, para continuar con su reinado de largos pelotazos y partidos aburridos, y sólo el resultado y qué importa el resto, que nada ni nadie logre insertarse en él e intenté entonces acostarlo en la cama de una cirugía de pases cortos y gambetas dulces y fútbol estético. Lo hace simple: mantiene lejos a quienes son capaces de realizar ese cambio, portadores del borrador de las flechas y las carcelarias indicaciones que el pizarrón guarda. Permite que caminen por sus dominios los amantes del ganar y sólo ganar, defender y defender, pragmatistas, hagamos tiempo que vamos ganando uno a cero, muchachos, que si no me echan.
Ángel Cappa es una de las tantas personas que piensan en un fútbol ganador, pero un fútbol ganador “respetuoso de nuestra alegría, de nuestro gusto y de nuestra identidad”. Enemigo aunque buen conocedor del juego que hoy se vive, el ex entrenador de Racing Club y Las Palmas grita su ideología: “Soy un aplicado alumno de Menotti”.
Y bien se sabe la cátedra que Menotti dicta. Fútbol sonriente, pases saludables, juego lírico y poético, jugadores que primero se divierten por jugar y luego por saber que han ganado, pero recién luego. Y Cappa apuesta sus fichas a ese juego. Intentó hacerlo en todos los equipos que supo conducir. Pudo en algunos, tal vez no en otros, pero su filosofía siempre se mantuvo limpia y clara, firme: “Lo que pasa es que el resultado no le va a dar la razón a nadie, no va a definir nada. Es una pena que fracase una obra de Shakespeare, pero eso no significa que Shakespeare sea un mal escritor”.
El romance con esta forma de vida, de sentir el fútbol, logró fortalecerse cuando Cappa se alió a César Luis Menotti en 1981, primero dirigiendo a la Selección argentina en el Mundial de España ´82 y luego al Barcelona de España, donde conquistaron una Copa del Rey. Luego se independizó de Menotti pero no de sus ideas. Dirigió a Banfield en dos oportunidades y a Huracán en el Nacional B. Pero no soportó el no rezar con su dios. Y retornó al lado de Menotti para conducir a Peñarol de Uruguay y a Boca Juniors.
A principios de la década del noventa, Cappa retornó a la España de su exilio -antes se había ido en la época de la dictadura- y comenzó a trabajar junto con otro partidario del fútbol gallardo y donoso, el hoy Director Deportivo del Real Madrid, el argentino Jorge Valdano.
Dirigieron primero al Tenerife de España. Lograron allí un 13er, un 5to y un 10mo puesto. Pero la afición del elenco de las Islas Canarias los recuerda por algo más que aquellas campañas: Valdano y Cappa supieron arruinarle dos campeonatos de Liga ni más ni menos que al Real Madrid, donde luego aterrizarían con sus valijas de juego bien vestido.
Ya en el club de la Casa Blanca, la dupla argentina -“Yo no era ayudante de campo, sino que formábamos una dupla”, dijo alguna vez Cappa- formó un equipo de grandes jugadores, Raúl, Amavizca, Hierro, Laudrup, Redondo, Luis Enrique, Zamorano, y consiguió lo que hacía cuatro años el Real no conseguía: el título de Liga.
Luego, Cappa se divorció de su compañero y comenzó a construir una ruta propia. Se sentó en el banco de Las Palmas, de la Segunda División de España, y junto con los argentinos Walter Pico y El Turu Flores logró una interesante campaña de abultados números y sonrisas de afición.
En 1998 se topó con la piedra más grande de su carrera: Daniel Lalín le llamó para ser el director técnico de Racing Club. Ángel asentó con la cabeza y el corazón y se vistió con las ropas de la presión y una hinchada que hacía más de treinta años gritaba la presión de ser campeón de una vez por todas.
Y cuánto conocía su objetivo: no ser carne de aquel club despedazador de entrenadores.
Y aunque acaso finalmente lo haya sido porque no logró el campeonato -alcanzó el segundo puesto junto con Gimnasia de La Plata en el Apertura 1998 que ganó el Boca de Bianchi-, Cappa consiguió algo que muy pocos directores técnicos consiguieron por aquellas épocas de noches sin muerte. Que la gente no quisiera que se fuera y exigiera su retorno cada vez que un entrenador abandonaba, desdichado, la labor de dirigir a Racing.
Salvo El Coco Basile y él, nadie había podido sumergirse en el cariño de la hinchada hasta la llegada de Reinaldo Merlo, el redentor, el salvador, quien abrió las aguas rojas del sufrimiento, dios que acabó con el largo reinado del diablo.
Pavada de logro.          
Y aquel gordo logro gracias a sostener y practicar una idea, su idea y la de tantos, gambetas en lugar de patadas, pelar billetes de buen juego antes que contentarse por defender bolsillos de labios cerrados, querer divertirse y jugar bien para arribar a la ruta del ganar y así ser felices como hace mucho no lo somos, y no ganar por ganar para luego aullar un festejo vacío.

Con sabor a mí
·          Nació en Bahía Blanca en 1946.
·          Como futbolista fue volante central. Jugó en Olimpo y en Villa Mitre, siempre en Bahía. También integró el seleccionado de la Liga del Sur.
·          Se recibió de entrenador en España. Dirigió tres años a los juveniles de la Federación Castellana. Desde 1981 colaboró con César Menotti en la Selección argentina y en el Barcelona de España.
·          Luego se independizó y dirigió en Argentina a Banfield y Huracán. Después estuvo en Peñarol y Boca, nuevamente con Menotti.
·          Regresó a España y formó una dupla con Jorge Valdano. Condujeron al Tenerife y después al Real Madrid, donde consiguieron una Liga.
·        Se independizó por segunda vez y comandó los destinos de Las Palmas, de la Segunda División de España. Su último trabajo fue Racing Club de Argentina, en 1998.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Los conceptos vertidos a continuacion tienen absoluta relacion 
con la formacion en el ejercicio de la tecnica indibidual entrenada,
desarrollada desde las bases primarias en el aprendizaje,que son el
elemento fundamental y determinante en el futuro a la hora de jugar.
Sin tecnica no se puede jugar bien este juego.El Futbol que vamos a jugar...
Para jugar al futbol tengo una posicion en la cancha,un puesto,que respetar asi como cada uno de mis compañeros
organizada y establecida por nuestro director tecnico,ser ordenados es bueno,pero tengo que jugar desde
mi puesto,como lo se hacer,ya que el tecnico me elijio para jugar,por mi manera de jugar y de tomar determinaciones.
Muchas veces me tocara irme en la jugada por otros lados y no esta mal mientras sea bueno para el equipo
y regrese a mi posicion lo antes posible ,para no desordenarme y desordenat el equipo.
un equipo ordenado gana mas partidos que un equipo desordenado en el que todos van por cualquier lado.
Tomar desiciones no quiere decir ser desovedientes,ya que el futbol vive por la acciones de sus ejecutantes y
sus ejecutantes son los jugadores...Un puesto no es una prision a mis posibilidades de jugar .
Todo lo que un jugador aporte para bien del equipo sera siempre bienvenido por todos.

El Futbol es un Juego,un juego es diversion,en la diversion esta la alegria y en la alegria el sentirte bien.
y se juega mejor cuando uno se siente bien, cuando uno esta contento y feliz.
No conosco ningun mal humorado que juegue bien pero,si gente feliz jugando bien.

El Futbol es un juego que nos entra por los ojos,se empieza a jugar en la cabeza desde razonar y pensar
para salirnos por los pies,por eso el futbol es "mirar,pensar y recien jugar".
En el futbol se piensa para jugar,con pelota se juega y sin pelota se corre.
El futbol es un juego simple,se juega en equipo,en conjunto,un equipo sin egoismos mezquinos en todos y cada uno
de los jugadores que lo componen,con un lema a seguir siempre que es,"todos para uno y uno para todos."

El Futbol simple es asi "La tengo poco y el equipo mucho".
Al Futbol se juega simple,a los pases,lo complican con aquellos que no entienden esto,
y se quedan demasiado tiempo con la pelota y no la pasan hasta que se la quitan.
Siempre habra un rival en frente como obstaculo,que corre,lucha por la tenencia
de la pelota e intentara con ella ganarnos el partido.
Tocando la pelota hacia todos lados,el rival correra y se cansara mas rapido,
esto hara tambien que se ponga de mal humor,se desconcentre,se descuide y pierda las marcas.
A la pelota la cuidamos entre todos a los pases.
Se hace dificil cuando no somos simples para jugar y no nos pasamos el balon
entonces el rival aprobecha y nos quita la pelota que es lo mas importante que tiene el juego.

Un equipo es sinonimo de unidad,solidaridad, y generosidad de todos sus integrantes.
Siempre se juega a los pases,solo se gambetea cuando no queda otra alternativa.
pues las indibidualidades hacen falta pero son determinantes cuando son nesesarias.

Cuando mi equipo tiene la pelota,los que no la tienen se mueven y se desmarcan
para ser una opcion de pase y el que la tiene,la tiene que pasar,asi en el equipo juegan todos.
Cuando juegan todos,todos estamos atentos y no estamos distraidos.
Cuando el equipo rival es el que tiene la pelota,todos marcamos y pasamos rapidamente
la linea de la pelota interponiendonos siempre entre la posicon de la pelota y nuestro arco,
asi que nunca persigo sino que corto camino para ponerme de frente a los rivales.

En futbol los que hacen mas goles ganan pero,los los goles se hacen con la pelota.
Por esta razon conseguir rapidamente la pelota sera nuestra primera consigna por sobre marcar goles.
ya que con ella en nuestro poder,esos goles,el rival no te los puede hacer pero nosotros si.

Los goles llegan por distintas circunstancias,pero existe una manera que siempre utilizan los buenos equipos
que es,la de jugar a los pases hasta que el rival se desacomode y nos facilite posibilidades
de gol claras con tiempo y espacio y eso se logra cuando todos colaboran.

Con la pelota en nuestro poder "jugamos", sin apuros para no equivocarnos,para no perderla,
para hacerla circular con pases cortos,mirando cerca y no lejos,asi mas tocamos y mas asociamos
el juego entre todos,sin pelotazos,porque los pelotazos dividen y dividir es compartir la pelota
con el rival y eso es lo que no queremos.

Tenemos que jugar sin apuros ni urgencias,porque lo que se hace apurado contagia vertigo y en el vertigo
todo sale mal,se pierde presicion y corremos el riesgo de perder la pelota ...
es decir,nos apuramos para conseguirla y una vez que esto ocurre no nos apuramos para hacer un gol.

En Futbol los buenos equipos cuidan la pelota,haciendola circular y la tenencia de la pelota
es muy importante en el tramite del juego,porque el que la tiene juega,se divierte y
es todo mas lindo cuando tu equipo tiene la pelota, el rival se tiene que encargar de persigue,corre,marcar
y se pone de mal humor.

Cuando jugas la vigilia es permanente,se mira,se observa como esta el juego y
siempre se habla,se cuenta o se alerta de lo que esta pasando a nuestro compañero que no ve pero escucha.
porque "en futbol lo que no se ve,se escucha" entonces hay que alertar al compañero siempre..

Siempre miro a mi alrrededor antes de recibir la pelota,asi sabre que hacer con ella cuando ya la tenga,
es muy importante porque el futbol es aveces muy dinamico,hay rivales cerca que me la quieren sacar y este ejercicio de mirar antes
me permite pensar antes la ejecucion de la proxima jugada.

martes, 16 de noviembre de 2010

futbolinfantil: ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS...

futbolinfantil: ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS...: "PARTIDO EN LA PREVIA LINDO, CON MUCHA GENTE (COMO ANTES DIRÍA MI VIEJO), EN LA PREVIA INDEPENDIENTE DEBÍA GANAR O GANAR PARA PELEAR EN MEJOR..."

ANALISIS DEL CLASICO DE HERNANDO: INDEPENDIENTE VS ESTUDIANTES.

PARTIDO EN LA PREVIA LINDO, CON MUCHA GENTE (COMO ANTES DIRÍA MI VIEJO), EN LA PREVIA INDEPENDIENTE DEBÍA GANAR O GANAR PARA PELEAR EN MEJOR POSICION LA CLASIFICACIÓN PARA LAS FINALES, POR OTRO LADO ESTUDIANTES TENIA QUE GANAR PARA NO JUGAR LA PROMOCION.
A NIVEL DE JUEGO Y A TITULO PERSONAL ME GENERÓ DESILUCIÓN, PARECÍA QUE AMBOS EQUIPOS JUGABAN A NO PERDER, INDEPENDIENTE FUE UN POQUITO MAS EN EL PRIMER TIEMPO, MIENTRAS QUE ESTUDIANTES SE ANIMÓ UN POQUITO EN EL SEGUNDO, EN EALIDAD EN LOS ULTIMOS 15 MINUTOS, DONDE ME DIÓ LA SENSACIÓN QUE SE ABRIÓ EL PARTIDO POR EL SIMPLE HECHO DE QUE SE DIERON CUENTA DE QUE SE PODÍA... COMO ESPECTADOR ME DEJARON MUCHAS GANAS DE VER A DOS EQIPOS JUGAR PARA GANAR Y A GANAR, DE ARRIESGAR, DE VER MEJORES RECORRIDOS O RECORRIDOS MAS INTELIGENTES. CREO QUE A TODOS NOS HUBIERA GUSTADO VER A DOS EQUIPOS CON MENOS MIEDOS Y MAS IDEAS...

viernes, 5 de noviembre de 2010

ENTRENADORES CON AMBICIÓN Y MUCHA DEDICACIÓN AL TRABAJO. MAESTROS DE LA ENSEÑANZA Y PASIÓN POR LO QUE HACEN



Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa, antes de hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

sábado, 23 de octubre de 2010

Tocar con el que viene de frente dando la vuelta y las opciones solidarias de alertar.

Tocar con el que viene de frente dando la vuelta y las opciones solidarias de alertar.

En futbol,todo lo que viene de la derecha va a la izquierda,como prioridad de circulacion,se pega la vuelta con pases limpiando el camino,clarificando y descomprimiendo el juego.Esto se realiza a uno o dos toques en la maniobra segun la buena lectura realizada el tiempo y espacio justo antes de la recepcion de la pelota,de quien ejecuta ,esos tiempo dependen de el buen desmarque de los jugadores, relacionado desde como se encuentran orientados en la jugada con respecto a la pelota,la atencion que han tenido para leer el partido y los espacios temporales que fabrican desde esa generosa movilidad...
El dibujo grafico muestra situaciones que se dan comunmente y que muchas veces por distintos motivos se resuelve mal.
El dibujo en el grafico representa 5 situaciones muy comunes en el juego
que a continuacion voy a aclarar desde mi punto de vista...

"A" al pasar el balon a "B",tiene que contarle a este, lo que no puede ver por su posicion en la cancha,ya que "B" recibe de espaldas al arco que ataca y no puede ver que tiene una marca a sus espaldas,es entonces que hay que hablar,Gritar,( Devolve !,Cuidado atras!,Toca!)ya que en futbol lo que no se ve se escucha,un alertar brevemente porque la dinamica del juego no permite una larga oracion, y"B" ya avisado enterado de su situacion ,realiza lo que indican los libros, toca al 1ro que llega de frente que es "C",respetando eso de, lo que viene de un lado va para el otro lado,ahora "C"toca con"D" y a este nadie lo alerta,no le hablan ni le gritan ,entonces hace lo que corresponde y toca de 1ra a "F" que esta hacia el lado por donde va la jugada...Ahora a partir del pase de "F" a "G" se pone de manifiesto la importancia de hablar dentro del juego mismo ,lo determinante que puede resultar a partir de esta manifestacion y la direccion que toma el juego,"F" pasa la pelota a "G",y si este, no es alertado recurrira a los libros que indican tocar con el 1ro que llegue de frente,pero es aqui donde antes de recibir "G" recibe el o los gritos de SOLO!y aca cambia todo,porque lo que el no ve a sus espaldas,se lo cuentan sus compañeros,entoces ese grito,ese alerta,esa atencion y esa lectura transformada en un ¡SOLO ! lo habilita a jirar con la pelota y progresar hacia adelante con otra perspectiva,otro curso para el juego...
Daniel Velez  Director Tecnico de Futbol

No puede estar cualquiera delante de los chicos

En Nuestro Futbol Hoy,tenemos mucho para expresar,enrriquecer para cambiar los formatos establecidos desde hace mucho tiempo en el futbol infantil de nuestro Pais.

Tenemos una coincidencia docente que potenciona una fuerza de cambio y quizas muchos que leen ,nuestros analisis, nuestros consejos desde aca,tomen conciencia hacia donde vamos ,si no cambiamos el curso metodologico en la formacion de bases.Quizas sea el primer paso para cambiar el futbol que vemos hoy,una gris exprecion con tan poco brillo tecnico ,conceptuamente mediocre que condena los recursos tecnicos mas bellos como tirar caños,rabonas, sombreros etc,manifestando que es una cargada al rival y una falta de codigos...MENTIRA!cargada es lo que el futbol actual le hace al obrero,que junto plata como pudo para la entrada y tiene que sufrir 90 minutos de mediocridad absoluta sin una muestra de calidad de sus jugadores,que se ofenden cuando un iluminado tira un lujo manifestando la excusa de los codigos...Creo ,opino desde mi modesto lugar que ocupo que hay que reivindicar la tecnica,volver a las fuentes,volver a sentarnos en la tribuna para encontrar parecidos en Maradona,Borghi,Messi,Alon
so,Kempes,Brindisi, Bochini, Houseman,Orteguita,Riquelme,Gorosito,Sabella,Aimar, Dalesandro ,Tevez,Redondo y tantos de esos que uno decia"por verlo a este, la entrada es barata".

Si es presiso hacer un casting en cada club para que los pibes sean entrenados por verdaderos docentes y formadores,se tendria que hacer ,no puede estar cualquiera delante de los chicos que no sea un buen maestro,y si hay que seleccionar personal que se haga,por el bien del futbol desde sus bases.
Desde la Asociasion del Futbol Argentino esto puede resultar ignorado y no me sorprende porque los que me ignoran ,ignoran de lo que hablo...

Daniel Velez Director Tecnico de Futbol

jueves, 21 de octubre de 2010

PARA PENSAR Y REFLEXIONAR (PORQUE NO PARA CRITICAR)

ESTAMOS EN EL OJO DE LA TORMENTA O PORQUE NO EN EL MEDIO DE UN DÍA SOLEADO... CUANDO CREEMOS QUE TENEMOS TODO HECHO LA VIDA GOLPEA DESPACITO COMO UN SIN QUERER QUERIENDO DEL CHAVO DEL 8 Y NOS DICE AL OÍDO "FÍJATE PORQUE ESTO NO ES TAN ASÍ COMO PARECÍA" DE ROMPE Y RAJE SENTIMOS LA SENSACIÓN DE TENER QUE EMPEZAR TODO DE CERO, POR SUPUESTO QUE LA VIDA NOS VUELVE A GOLPEAR LA PUERTA PARA DECIRNOS QUE TODO ESTO NO ES TAN COMO PARECE... Y NOSOTROS DAMOS VUELTAS Y VUELTAS PARA VER QUE ES LO QUE NO ES COMO PARECE... SENCILLAMENTE LO QUE HACEMOS TODO EL TIEMPO LO PODRÍA FIGURAR COMO UNA ESPIRAL, PORQUE NO COMO UNA ESPIRAL DIALÉCTICA (SEGÚN PICHÓN RIVIERE O RICARDO CRISORIO). NUNCA LO QUE HACEMOS SE HACE DEL TODO ALGO TERMINADO Y ACABADO Y SIEMPRE HAY QUE VOLVER EN ALGÚN MOMENTO A ALGÚN PUNTO (PARA MEJORAR LO ANTERIOR)

miércoles, 6 de octubre de 2010

Angel Cappa es director técnico de planteles profesionales de fútbol. Profesor de Filosofía y Psicopedagogía. Julio D. Frydenberg alaju@speedy.com.ar Roberto Di Giano robertod@efdeportes.com (Argentina)

    Para completar la serie de entrevistas realizadas a analistas sociales para abordar distintos aspectos del fútbol de nuestro país, creímos de interés entrevistar a Angel Cappa, para que aportara un conocimiento mas vivencial de lo que sucede en la esfera futbolística, y junto con ello su capacidad reflexiva sobre la misma realidad de la que participa.
    Roberto: En primer lugar queremos comentarte lo siguiente. Nosotros hace años que analizamos el fútbol y en general encontrábamos muchas resistencias en el mundo académico. Es como si no fuera digna la tarea que hacíamos, pues el fútbol era considerado un tema menor para las ciencias sociales (actualmente hemos abierto un camino pero, sinceramente, nos costó mucho al principio).
    Cappa: ¡Un tema menor! Eso es terrible, si consideramos la cantidad de gente que convoca el fútbol y lo que produce socialmente.
    Julio: Cuando yo gané una beca para estudiar estos temas en la UBA, y debatía acerca de por donde empezar a estudiar, a investigar, generalmente me sugerían los temas vinculados al uso del tiempo libre, del ocio y del trabajo. Pero el fútbol cruza transversalmente todo eso, porque yo me preguntaba, por ejemplo por los que dejan de ir al trabajo para ver fútbol ¿dónde los incluimos? Creo que esos cortes esquemáticos no alcanzan, no sirven para analizar el fútbol de la Argentina.
    Cappa: En el mundo no sirven, porque yo he tenido también experiencias en otros países. Concretamente en la Argentina iba mucho más gente a la cancha en los años cuarenta que ahora, porque actualmente el fenómeno es más televisivo, pero antes los aficionados llenaban las canchas y curiosamente iban de traje y sombrero. (esto se puede ver en la película “Fútbol Argentino”)
    Julio: Además, nosotros estamos luchando para separarnos de esa tradición que ve a los pocos que estamos trabajando en el tema como “seguidores” de Sebrelli con quien nosotros no coincidimos. En una época, eran posturas que tenían cierto predicamento.
    Cappa: El último libro que hizo Sebrelli es ridículo. Dice, entre otras cosas, que el fútbol es una trampa porque consiste en engañar al adversario. ¡Pero todos los juegos consisten en eso! El ajedrez también, porque yo pongo el peón acá para que vos creas tal cosa.... Entonces él concluye que el fútbol es tramposo, y nos gusta mucho porque a los argentinos la trampa nos atrae. Creo que él quiere provocar y vender de esa manera.
    En mi caso, yo tengo mi postura a partir de que soy un tipo de barrio al cual el fútbol le dio muchas cosas pero considero que el intelectual tiene que decir: vamos a estudiar el tema, y no tener prejuicios.
    Julio: Yo te escuché en un reportaje en radio, en el que comentabas que el fútbol de barrio (y no sólo ocurre en el barrio, sino también en torneos entre profesionales, por ejemplo) fue permanente la expresión y exaltación de valores viriles, y a menudo violentos, contenidos en el juego. Es decir, hábitos, valores, sentimientos populares que tienen ese contenido, y que si bien podrían ser diferentes, han quedado pegados al fútbol por determinadas cuestiones que a mí me interesan. Ahora, vinculado al tema de la violencia dentro de la cancha de fútbol y la violencia fuera del fútbol; me pregunto, ¿Cómo se juega al fútbol en la Argentina? ¿Qué se juega cuando se juega al fútbol?. Es decir, si pierdo ¿me están quitando algo mucho más importante que el mero hecho de perder un partido?. Hay valores que están detrás, y que se ponen en juego de determinada manera porque se depositan en el fútbol muchas otras cosas que el mero juego. Quería conocer tu opinión con respecto a estos temas y además que nos comentes que pasa hoy con los jugadores de una plantel profesional: ¿está presente todo esto o está desteñido dentro del marco de una relación laboral?
    Cappa: Decía un entrenador inglés, que ahora no recuerdo el nombre, que el fútbol no es una cuestión de vida o muerte. Es algo mucho más importante. Y es cierto, porque el fútbol le permitía y le sigue permitiendo a un tipo de un barrio tener algo que a los pobres le arrebataban desde la cuna: el orgullo. Es decir, yo a partir de una pelota de fútbol soy alguien, en el sentido profundo. Me gano así el respeto mío y el de la gente. En el barrio, el tipo más respetado era el que mejor jugaba al fútbol (por supuesto que no es un planteamiento racional, es un sentimiento compartido por todos). ¿Qué otros medios tiene para que lo reconozcan y el mismo reconocerse? ¿Qué otros valores culturales le quedan en el barrio para tener una identidad? ¡la pelota!
    Entonces jugar bien tiene ese enorme significado que ahora se lo están quitando y que los mediocres creen que es romanticismo o que es para dar espectáculo ¡No! Es una cosa mucho más profunda.
    Es decir, yo tengo que ganar porque ganar me confirma todo eso y además porque estoy comp¡tiendo, pero sobre todo tengo que defender esta cuestión, porque yo me siento alguien, me siento admirado si hice una gran jugada. Y yo creo que en este aspecto no es muy diferente a un pintor, a un escritor, a un actor de teatro, que si le sale bien la obra se siente gratificado.
    Julio: Lo diferente es que toda la población masculina conoce el fútbol y lo ha practicado. En cambio con otras actividades creativas no sucede lo mismo...
    Cappa: Bueno, sí. Me refería sólo a ese valor... en el barrio el que no jugaba al fútbol era un bicho raro (no sé ahora, a lo mejor ha cambiado). En la época mía era así. Todo el mundo tenía esa identificación y además era barato. Yo conocí el tenis cuando tenían 20 años, porque ¿cómo hace un tipo para jugar al tenis? Tiene que comprarse una raqueta. En cambio con una pelota que la hacíamos de trapo en aquel momento juntábamos veinte tipos y entonces veíamos quien la dominaba mejor. A partir de ahí hay unos códigos que se van formando dentro del barrio.
    El fútbol te enseña a ser valiente, a superar el miedo a perder, el miedo a meter la pierna, a pedir la pelota. Te enseña también a mantener el equilibrio entre el éxito y el fracaso, porque vos sabes que estas caminando sobre una cornisa y que el fracaso y el éxito depende de tonterías, a veces. Entonces uno se vuelve prudente. En el fondo uno sabe que tuvo éxito ese partido pero también que pudo haber perdido, porque pegó una pelota en el poste, o resulta que le pegó mal y la pelota entró igual. Esto me parece que es fundamental. Sobre todo el respeto.
    Roberto: Yo trabajé el tema de la modernización del fútbol argentino que se produjo en los inicios de la década del ´60 y hay valores que van desapareciendo y se imponen otros. El exitismo, por ejemplo, es mucho más fuerte. Yo reproduzco algo que decía el jugador Ernesto Grillo: “nosotros con Independiente nunca salimos campeones pero todo el mundo nos ovacionaba”. Pero esto se rompe bruscamente con el proceso de modernización que básicamente va a desestructurar nuestra identidad futbolística (un tema que quisiéramos charlar después con vos por que parecería que tenemos una identidad muy débil porque apenas perdemos un partido por goleada como ocurrió en el Mundial del ´58 o más recientemente con Colombia, ya creemos que no servimos para nada. Y esto lo aprovechan todos los agentes aculturados del ámbito deportivo para tratar de imponer pautas de organización y valorización de raíces exógenas)
    El otro día Márcico, en una entrevista televisiva, decía que el exitismo se había convertido en un valor muy fuerte en la Argentina y que en otros países no era así...
    Cappa: Pero es el capitalismo. No se salva nadie de eso. Aunque en Francia puede ser que no se dé tan fuerte. Yo no conozco tanto el fútbol francés, pero creo que tiene un tono diferente, y está un poco al margen de lo que sucede en España e Italia.
    Volviendo a esos valores que generaban en el jugador el respeto que yo les decía, por ejemplo en mi caso que fui simplemente un pibe de barrio que jugaba al fútbol, cuando iba a los piringundines de Bahía Blanca a ver al polaco Goyeneche yo me sentaba un poco asustado, pero ni siquiera las coperas me molestaban, y eso era así porque yo era jugador de fútbol. Esto te lo da el fútbol y uno lo pone en juego. Ahora, vos me habías preguntado si eso lo mantiene el jugador actualmente. Sí, lo mantiene, pero lo mantiene encerrado, lo mantiene metido en un cajón porque lo han convertido en un obrero. Es decir, a partir de la industrialización masiva de los años ´60 estos argumentos también se trasladaron al fútbol, y al jugador le empiezan a quitar el placer de jugar (aquello que tan bien reflejaba la película “La clase obrera va al paraíso”: una pieza, un culo....)
    Entonces se empezaron a producir jugadores en serie, y pasaron a ser lo mismo Ernesto Grillo que “José González”, ya que se tiraba a los pies, agarraba al contrario de los pelos y no lo dejaba jugar. De esta manera al jugador lo convierten en un laburante del fútbol. En líneas generales el futbolista en este proceso fue ganando cada vez más plata, y los grandes capitalistas vieron un gran negocio, con la ropa deportiva, la televisión, la radio. Los jugadores específicamente reciben más plata, pero al mismo tiempo le quitan el placer de jugar y lo alejan de esa cuestión del orgullo de la que hablamos antes, se va distanciando pero la conserva todavía en algún rincón, por lo menos en la Argentina, porque en Europa es más difícil.
    Lo que lograron fue transformar a pibes de veinte años como Ronaldo o Raúl en tipos tristes, pero llenos de plata, que no saben porque están jugando. Es que lo desentienden del juego porque el técnico es el que da las órdenes y ellos tienen que obedecer. Antes no era así, el protagonista era el futbolista y el técnico, más o menos, podía ordenar, como hace por ejemplo un director de teatro pero no le va a decir al actor cuando tiene que levantar el codo para conversar. Es decir, que al futbolista lo fueron alejando de ese contenido que tenia el fútbol en décadas pasadas.
    Julio: ¿Es cierta la oposición entre la concentración de varios días, el entrenamiento metódico y la falta de creatividad?. ¿Pueden coexistir o son necesariamente opuestos?
    Cappa: Bueno, en realidad, el entrenamiento no tendría que oponerse a la creatividad. Depende del objetivo del entrenamiento. Si ustedes están haciendo este trabajo tienen que tener una disciplina, un método, como lo tiene que tener un pintor, un actor, etc. Ahora bien, hay que preguntarse ¿para que lo entreno yo a un jugador?, ¿para qué obedezca o para que invente?. Yo como entrenador le doy un orden, pero ¿es un orden para la libertad o para quitársela?.
    En cuanto a la concentración previa al partido, en realidad sirve para alejarlo de los problemas cotidianos, y pensar solamente en el partido. Otro propósito no tiene sentido, si se van con mujeres o no, eso, prácticamente ya no existe.
    Julio: ¿Y en cuanto a las concentraciones prolongadas?
    Cappa: Para la pretemporada es válida porque yo durante quince días al jugador que vuelve de las vacaciones lo empiezo a controlar las comidas, el descanso. Es decir, que le voy preparando el organismo otra vez para después lanzarlos, y además tengo que formar el grupo, hablarles, conocerlos, darle un objetivo común y tratar de que los tipos se comprometan con algo.
    Ahora bien, también existen tipos que los guardan para quitarles libertad. Es un objetivo que para mí no tiene sentido. Yo cuando estoy de pretemporada con los jugadores concentrados, por ejemplo, les doy dos días para que se vayan por ahí y cuando vuelven empezamos a entrenar nuevamente. A la semana lo hago otra vez. Pero siempre va a depender todo del propósito que yo tenga como conductor del grupo. En realidad, la mayoría de los casos se hace lo contrario: se entrena a los futbolistas para que obedezcan y no para que inventen.
    Julio: Si bien no lo hemos analizado nosotros, pareciera que el imaginario en el exterior sobre el fútbol argentino se ha ido modificando. Y hay hechos que abonan esa idea, ya que no sólo compran básicamente a creativos. Por ejemplo, algunos sostienen que el típico jugador argentino de esta época es alguien como Simeone. Ese sería el modelo requerido desde afuera.
    Cappa: Bueno, lo que sí es cierto con respecto a esto es que las aparición de las Sociedades Anónimas (y sobre todo en España) ha hecho que los presidentes de los clubes sean los dueños de los clubes. Y éste hecho los ha emborrachado de popularidad, con esa apariencia de poder que da la popularidad. Entonces compran cualquier cosa. Y además, hacen negocios de todo tipo.
    Decir que el talento se equiparó con un jugador de fuerza, por llamarlo de alguna manera, es una estupidez
    Roberto: Pero esto funciona en el imaginario colectivo. Precisamente hablando con un antropólogo argentino que vive en Europa (E. Archetti) y que trabaja, entre otras cosas, la temática de los imaginarios, nos relataba que, en la década del cuarenta, cuando fue de gira San Lorenzo a Europa lo vieron como una fuente de creatividad y se preguntaban cómo sería entonces el campeón -la máquina de River- que no habían visto jugar. La pregunta es si siguen viendo al fútbol argentino así o si ha cambiado esa imagen.
    Cappa: Por supuesto que ha cambiado, porque el fútbol argentino tiene una sangría de doscientos jugadores por año, aproximadamente. Entonces se van los muy buenos, los buenos, y los regulares. Es decir que se va prácticamente todo el mundo. Se van jugadores que antes no se hubieran ido. Y aquí, entonces, en la Argentina juegan solamente los que están saliendo y los que están de vuelta. (Denme todos los jugadores argentinos que están por el mundo y después vemos cual es el verdadero nivel nuestro)
    De allí que el imaginario está cambiando, porque los europeos se llevan a todos, no se llevan solamente a los buenos. Como me dijo un amigo español, luego de haber presenciado el partido entre Boca e Independiente: ¡el nivel del fútbol argentino está bajo!. Entonces yo le dije, “que querés si se llevan a los buenos, a los muy buenos y hasta los regulares...” “Y a algunos malos también” agregó irónicamente mi amigo.
    Ahora bien, tengamos en cuenta también que los equipos grandes de Europa no se llevan en forma directa ningún jugador argentino. Pasan primero por los equipos chicos (como el caso de Redondo o Simeone).


    Roberto: ¿Y porqué pasa eso?
    Cappa: Es que en la Argentina no hay tiempo para afirmar un verdadero crack. Los jóvenes se quedan rápidamente sin espejos donde mirarse (el crack también es producto de la imitación). Así, se va desfigurando la identidad. Si aquí se quedaran muchos de los jugadores que se fueron al exterior cambiaría todo esto.
    Además, está el periodismo que maneja toda esta historia y lo hace con los valores de la sociedad capitalista. Por ejemplo expresan: Boca ganó, entonces es el mejor; Enrique Iglesias vendió más que todos ¡es excelente!. Así no hay posibilidad de discusión. Tinelli tiene éxito con esa porquería que hace, ¿y quién le discute ese éxito? ¿Cómo haces para decirle a la sociedad que Tinelli vende todo pero a mí me importa realmente muy poco lo que hace?.
    Julio: Siguiendo en esta línea. Los sectores populares seguramente también manejan algunas nociones acerca del éxito, algunas de ellas probablemente coincidan con los valores dominantes y otras no. ¿Alcanza entonces con afirmar que todo lo vinculado con el éxito tiene que ver con la sociedad capitalista? Porque si todo lo ponemos en la misma bolsa, el éxito será un valor adueñado exclusivamente por los sectores dominantes.
    Cappa: No, tenés razón. Hay tipos que tiene éxito y que son valiosos, Yo siempre digo lo mismo: yo conozco muchos ganadores mediocres y algunos perdedores valiosos. Pero también hay ganadores valiosos. Serrat, por ejemplo, tiene éxito y es valioso.
    Volviendo al fútbol específicamente, la gente de Racing todavía no me pegó una lata por la cabeza al salir terceros en el campeonato por que se intentó jugar bien y eso también tiene un valor en contra de ese slogan capitalista que dice que lo único que importa es ganar. Pese a salir terceros la gente gritaba “Cappa no se va”. Y eso que hicimos sólo un par de pases seguidos, porque tampoco el equipo de Racing jugó maravillosamente bien.
    En cuanto a los jugadores yo tuve muchas charlas con ellos y les expliqué lo difícil que en este medio es el ser normal, que yo asocio a lo solidario, a tener un proyecto, a volver al barrio, y fijate que hace mucho tiempo que los jugadores no salen a apoyar algo como lo hicieron ahora. Que puede ser más importante que ser solidario con un técnico, porque aunque me apoyaron a mí, apoyaron más ampliamente un proyecto común. Hace rato que no sucede esto de asumir un compromiso común y eso se logró en Racing.
    En Independiente, por ejemplo, a Menotti lo tendrían que haber matado si tenemos en cuenta la campaña que hicieron y sin embargo realizaron una encuesta que reflejó que un 60 % de los hinchas de Independiente quiere que siga Menotti ¿Porqué? Porque alguna vez hicieron dos pases seguidos. Entonces, es cierto que hay cosas rescatables más allá de los resultados.
    Julio: Pero de la soga se puede tirar hasta un límite.
    Cappa: Seguro. Esta es una competencia, se juega para ganar. Eso es lo mismo que los que dicen: vamos a organizar campeonatos infantiles, y a los pibes no los hacen jugar por los puntos. ¿Porqué? Si es una competencia, vamos a darle el carácter que le corresponde por serlo.
    Quienes opinan así no tienen ideas. ¿cómo me vas a sacar a mí la posibilidad de salir primero y a otro segundo? Si se juega precisamente para eso. Ahora bien, eso sí, dale a la competencia el sentido que tiene que tener. Explícale porqué camino se llega al triunfo, es decir, jugando bien al fútbol. Por todo lo que yo te decía que significaba y no por una cuestión romántica como dicen esos periodistas mediocres que no entienden nada. Tiene que ver con defender una identidad, porque yo soy un tipo de barrio y como venía la pelota, la bajaba y la “pisaba” contra el suelo1, eso me dio la posibilidad de ser. Pero esto es más difícil de transmitir ahora.

Roberto: Siempre volvemos al tema de la identidad, la cual yo creo que está estructurada débilmente. En Europa esta cuestión es diferente porque el inglés, por ejemplo, sigue jugando igual gane o pierda. Pero aquí el primer partido que perdemos todo se pone en duda.
    Cappa: Si, es así. Pero mirá a Bilardo (por poner un paradigma del fútbol resultadista) ha sido un ganador pero se lo toleró sólo porque ganó, porque cuando empata ya no se lo soporta. Es decir, que a este estilo de juego los hinchas sólo lo soportan si gana.
    En cambio el otro estilo de juego es más aceptado aunque también debe ganar para afirmarse -Pekerman es mucho más querido y respetado que Bilardo, que fue campeón del mundo con la selección mayor. Sin embargo es menos respetado. Cuando va a un programa de televisión, no lo dejan hablar o hablan arriba de él. En cambio cuando habla Pekerman hay un silencio..., es que ganó defendiendo algo que todavía queda. Es como esa canción de Pablo Milanés, Restos de humedad, en Pekerman hay restos de identidad.
    Julio: Yo me pregunto, cómo esa tradición del estilo “criollo” se puede vincular con lo popular porque, por ejemplo, a Menem le puede gustar el estilo que defiende Menotti. Así los gustos se cruzan con los grupos sociales, son -a veces- transversales. Entonces ¿por dónde pasa lo popular?
    Roberto: Mirá, yo trabajé el diario La Nación en el año 1913. El periódico fundado por Bartolomé Mitre critica por entonces a ese jugador que está surgiendo de los sectores populares, el crack, y la estrategia para desvalorizarlo era compararlo con los jugadores ingleses que según el diario eran consecuentes, aguerridos (siempre frente a la supuesta indolencia de aquel).
    Ahora bien, yo creo que ese rechazo que los diarios de la elite hacen del fútbol criollo, en los primeros años del siglo, teniendo siempre en mente el modelo deportivo inglés se va a ir modificando con los años y termina siendo aceptado y reconocido (sabemos por el trabajo de Eduardo Archetti que la revista El Gráfico en los años 30 valora con énfasis el estilo criollo)
    Cappa: Pasa lo mismo que con el tango; empieza en los arrabales pero también a las clases altas le significa algo finalmente.
    Julio: Yo cuestionaba esto, porque a veces las adscripciones así, automáticas a estilos y a clases sociales son engañosas.
    Cappa: Pero es que tienen el origen en esos sectores sociales.
    Julio: Si, y a veces, en un origen muy lejano.
Cappa: Es que el fútbol si es muy popular, va empezando como todas las cosas de bien abajo, ambiguamente y poco a poco se va afinando.
    Roberto: Yo lo que estoy comprobando en el periodismo escrito es que históricamente hay una constante. Me refiero a ese estereotipo del jugador indolente, el vago, que es censurado en ciertos períodos más fuertemente.
    Cappa: Los que fueron cracks a primer nivel, nunca fueron indolentes: ni Pontoni, Martino o Grillo lo fueron. Willington, por ejemplo, fue un indolente pero no llegó a ser nunca lo que fue Grillo.
    Roberto: Pero yo me refiero a la imagen que crean los medios de comunicación Cappa: Hay una anécdota del flaco Menotti que describe muy bien esto. En la cancha de Boca -y jugando para Boca-, el flaco se tira a los pies de un tipo, cosa que él nunca hacía. Los hinchas de Boca lo aplauden y sale en la tapa del El Gráfico cuando era una revista de mucho prestigio.
    Cuando Menotti va a Rosario y el kiosquero que era amigo de él de toda la vida no le da bola... entonces, le pregunta, ¿qué te pasa, viejo?. El kiosquero le responde: “Dale, ahora vos también te tirás a los pies”. Es decir, que consideraba que Menotti hubiera traicionado todos los valores.
    El tipo que entrenaba mucho era considerado, en la época mía, cuando yo empecé a jugar, negativamente. Para ser buen jugador había que ser atorrante, tener las medias caídas. Sólo los burros entrenaban mucho. Había que decir: yo no entreno (me duele la rodilla), mirá qué vivo, qué piola. Es que esos valores también estaban en el barrio.
    Es decir, que era algo que estaba en el ambiente, pero los cracks nunca fueron indolentes.
    Julio: El clima, la exigencia de la competencia inhibe al indolente para acceder a cierto nivel, ¿no es así?
    Cappa: Si, por supuesto, en cualquier época.
    Roberto: Pero yo, vuelvo a insistir, hablo de la imagen que crean los medios...
    Capa: Pero en la realidad esto no ocurre, nunca hubo un crack que fuera indolente.
    Roberto: Esta bien, pero esta muy metido ese imaginario de los tipos que no corren, esa imagen es fuerte todavía.
    Cappa: Es cierto. Ahora, por ejemplo, se lo dicen a Latorre. Personas que hablan de más como Lalín, dijo que hay que prepararlo físicamente luego del empate con River y siete días atrás en la cancha de Vélez había sido la figura de la cancha. Es decir que en una semana, supuestamente, perdió el estado físico. ¡Es una cosa de locos!
    Roberto: Y el jugador también termina repitiendo lo mismo, porque yo lo escuché a Capria ayer diciendo que ahora juega mejor porque está bien físicamente. Ahora, yo no creo que lo de él sea un problema exclusivamente físico porque Maradona con veinte kilos de más, los tiros libres te los metía en un ángulo. Posiblemente sea más un problema psicológico.
    Cappa: Lo que pasa es que el jugador empieza a decir lo que quieren escuchar, es la forma de sacarse de encima a los periodistas. Ahora bien, es verdad que los jugadores geniales nunca han tenido continuidad en el juego. Son jugadores de apariciones, porque no se puede ser genial a cada rato, sino el partido terminaría 28 a 0. Le sale una genialidad cada tanto, pero cuando las hace te gana el partido.
    Julio: Cambiando de tema, Roberto Perfumo, en su libro “Jugar al Fútbol”, hace una especie de sumario de los valores que deberían tener -o tienen- los jugadores de fútbol. Afirma que el jugador debe ser violento, rudo, malo, entre otras cosas.
    Cappa: Mirá, yo le diría a Perfumo lo siguiente: ¿sabés cuántos más malos y violentos que vos conocí en mi ciudad?, setenta. Pero vos no eras Perfumo por eso, sino porque jugabas bien. Además no era ni malo ni violento, lo que tenía Roberto era un gran sentido competitivo.
    Una vez me dijo un cubano: cómo era posible que le hablara a los jugadores de fútbol de la honestidad deportiva si por ahí en un corner le metían un codazo y le hacían un gol. Bueno, en un corner vos también tenés que meter el codo, que vas a hacer. La competencia es así, no vas a ser deshonesto por eso. Eso sí que lo tenía Perfumo, pero no era “el mariscal” por esto, sino porque era un crack.
    Hagamos un repaso de los grandes futbolistas argentinos siguiendo esta lógica. El menos malo que yo conocí en mi vida dentro de un campo de juego fue Bochini. Otro tipo buenísimo dentro de la cancha era Maradona (nunca le pegó una patada a nadie, ni siquiera ponía el codo). Entonces, ¿cuál es el sentido de ser malo? ¡Hay que ser bueno!

Nota

1.        Angel Cappa hace un ademán con la mano: desde lo alto la baja con la palma hacia abajo y la frena a la altura de su cintura. El lector que haya jugado y hablado sobre como se juega al fútbol lo entenderá. El gesto intenta mostrar cómo se “baja” delicadamente una pelota que viene volando por los aires.